domingo, 20 de febrero de 2011

¿Cómo nos definen?


Real Academia de la Legua Española “Limpia, fija y da esplendor”

 

Las palabras condicionan nuestra visión de mundo y, por consiguiente, nuestras acciones. Así la existencia de una palabra permite nombrar un sentimiento, una situación, una persona o una cosa, pero también implica reconocer su existencia y calificarla. En la lengua española, o sería más correcto hablar de castellano, la Real Academia Española es, desde 1713, la institución oficial que “limpia, fija y da esplendor” a nuestra preciada lengua. Los académicos incorporaron la palabra homosexual en 1936. Heterosexual y lesbianismo ingresan en 1984. La Real Academia reconoció, en el 2001, la existencia de los bisexuales; también a partir de ese año se incorpora la palabra homofobia. En este artículo se ahonda únicamente en cómo han cambiado las definiciones oficiales de homosexual. Esta palabra se le atribuye a un médico húngaro llamado Benket, quien empleaba el seudónimo de Kertbeny, y forma parte del desarrollo de la medicina, específicamente del estudio de las “perversiones” sexuales por la psiquiatría.

Contra el orden natural


La palabra homosexual fue incorporada por primera vez en el 1936, con el significado de “sodomita”. Esta definición se mantuvo en los diccionarios de 1939 y 1947. Proviene de homo que significa hombre (no mismo, como generalmente se cree) y sexo. Sodomita, que se incorporó desde 1780, significa “concúbito entre personas de un mifmo sexo. ò en vafo indebido”(en español del siglo XVIII). Esta definición que se mantiene en 1936: “concúbito entre personas del mismo sexo, o en contra del orden natural” (en español del siglo XX). Esta palabra tiene connotaciones negativas provenientes de prejuicios raciales y religiosos, que nos remiten a la historia bíblica de Sodoma y Gomorra y su destrucción por Jehová. De acuerdo con esta primera definición no solo era homosexual o sodomita el que tuviera sexo con hombres, sino también las parejas heterosexuales que tuvieran relaciones sexuales en contra del orden natural, lo cual implica el uso exclusivo de los genitales y de ciertas “posiciones” consideradas naturales (el hombre arriba y la mujer abajo). En el diccionario actual, sodomia se restringe únicamente a la “Práctica del coito anal”, los académicos no especifican si entre hombres o entre hombre y mujer, por lo que se supone que se aplica en ambos casos.

 

 Los irresistibles placeres de la carne


En 1950 se define homosexual como “el que busca placeres carnales con personas de su mismo sexo”. Nótese la expresión “placeres carnales”. Se trata únicamente de sexo, –de acuerdo con la Real Academia– no puede haber amor ni erotismo entre dos hombres. En 1956, la Real Academia vuelve a la definición de homosexual como sodomita, con todas sus connotaciones peyorativas. Luego en 1970, establece que homosexual es la “persona que tiene relación carnal con otra persona del mismo sexo”. Entre las definiciones de 1950 y 1970 hay dos diferencias. Primero no se utiliza la despreciativa expresión “el que busca”, para hablar de “persona”. Además ya no se buscan placeres carnales “con personas” sino con “otra persona” (nada de tríos ni orgías).

 

De los placeres de la carne al erotismo


A partir de 1984, la Real Academia establece tres acepciones de homosexual: 1) “Dícese del individuo afecto de homosexualidad”; 2) “Dícese de la relación erótica entre individuos del mismo sexo” y 3) “Perteneciente o relativo a la homosexualidad”. En el último diccionario publicado en el 2001, la Real Academia cambio “afecto” por “tendencia”. Afecto tiene varias definiciones entre ellas “Inclinado a alguien o algo”, otra de carácter médico es “Que sufre o puede sufrir alteración morbosa”. Se mantienen las referencias descalificativas a la práctica homosexual, pero como pecado sino como desviación o perversión. En resumen hay un viraje del discurso religioso al discurso siquiátrico. El reemplazo de afecto por tendencia puede indicar que hay personas con tendencia (¿natural?) a ser homosexuales (¿por predisposición biológica?) aunque no la ejecuten (que estén en el closet). Es importante subrayar que en estas últimas definiciones se eliminan los placeres carnales para utilizar la expresión relación erótica. Con lo anterior los académicos reconocen que pueden existir prácticas homoeróticas (aunque no exista oficialmente esta palabra).

 

Afuera o adentro del closet


Desde 1984 la Academia define homosexualidad como “Inclinación manifiesta u oculta hacia la relación erótica con individuos del mismo sexo” y como “Práctica de dicha relación”. Se reafirma que la homosexualidad es una inclinación, desviación o perversión. Los académicos especifican que puede ser manifiesta u oculta (dentro o fuera del closet). En el diccionario actual aunque se mantiene la palabra inclinación, se elimina lo de manifiesta u oculta (¿a los académicos les deja de interesar la vida privada de los demás?). En contraste, en el caso heterosexual, la Real Academia no utiliza palabras como inclinación o afecto, sino simplemente “Que practica la heterosexualidad”, nunca se detalla si lo hace oculto o manifiesto.

 

Reconocimiento y estigma


En resumen, aunque ha habido cambios en la definición de homosexual, de sodomita a placeres carnales hasta relación erótica, todavía el léxico oficial nos descalifica. La homosexualidad no es una simple relación erótica como la heterosexualidad, sino que –de acuerdo con los académicos– es una desviación, inclinación o perversión. En la palabra homosexualidad existen resabios del discurso homofóbico de la psiquiatría. Es importante cuestionarse cuál es el papel de instituciones como la Real Academia Española, cuyo lema establece que “limpia, fija y da esplendor” al nuestro idioma.





DEFINICIONES ACTUALES


Homosexual (De homo- y sexual)

1. adj. Dicho de una persona: Con tendencia a la homosexualidad. U. t. c. s. 2. adj. Dicho de una relación erótica: Que tiene lugar entre individuos del mismo sexo. 3. adj. Perteneciente o relativo a la homosexualidad.

Heterosexual(De hetero- y sexual)

1. adj. Dicho de una persona: Que practica la heterosexualidad. U. t. c. s. 2. adj. Se dice de la relación erótica entre individuos de diferente sexo. 3. adj. Perteneciente o relativo a la heterosexualidad.




Publicado en Gente10, Volumen IX, Número 52 (2003)

No hay comentarios:

Publicar un comentario