domingo, 20 de febrero de 2011

Parejas de santos homosexuales

En los primeros siglos del cristianismo se pueden encontrar varias parejas de santos que –algunos estudiosos– catalogan de homosexuales. En su mayoría surgen en las filas del ejército romano, para quienes el sexo con otros hombres era parte de su vida cotidiana.

La mayoría de estas parejas fueron martirizados por los emperadores o sus gobernadores, pues consideraron su conversión al cristianismo como traición contra el imperio.

Entre estos mártires se encuentran: los oficiales romanos San Nearco y San Polieucto; los dos San Teodoros (oficiales romanos de diferente categoría, pero amantes al fin); San Felipe y San Bartolomé, y San Jorge y San Demetrio (quienes al menos artísticamente formaron pareja, aunque no existen referencias escritas de “algo más”). También se incluyen Santa Felícitas y Santa Perpetua, la primera esclava y la segunda noble romana, de las que se señala su gran masculinidad guerrera y su intrínseca unión sentimental.

En este artículo nos centraremos en San Sergio y San Baco, dos mártires cristianos del siglo III. Ellos eran altos funcionarios del emperador Maximiano, quien descubrió –por medio de una treta– que profesaban el cristianismo y los mando a matar. No sin antes torturarlos como reprimenda por haber traicionado su amistad y confianza.

Se dice que la tumba de Sergio se volvió un lugar de culto, estaba ubicada en Resapha, en la actual Siria, que luego fue bautizada como Sergiopolis. Estos dos santos se convirtieron protectores del ejército bizantino.Muchas iglesias adoptaron el nombre de Sergio y algunas incluso junto con el de Baco

En el gobierno del emperador Justiniano I a San Sergio se le veneró como patrono en Siria. Después, parte de las reliquias de ambos fueron trasladadas a la antigua catedral de Venecia.

Durante la Edad Media, la relación afectiva de Sergio y Baco se presentó como una simple unión de hermandad y mutuo respeto. En la actualidad se consideran a San Sergio y San Baco como los patronos de los homosexuales para de los cristianos ortodoxos, en contraste con San Sebastián, de los católicos.



San Sergio y San Baco


Dos mártires cristianos gays

El eje central que legitimaba al Imperio Romano era la ascendencia divina del emperador, lo cual era cuestionado por el naciente grupo de los cristianos. Por lo anterior, durante los primeros siglos, los cristianos fueron perseguidos.

En las crónicas de los mártires encontramos varios hermosos ejemplos de amistades profundas entre cristianos del mismo sexo. Entre ellos destacan Sergio y Baco, soldados romanos de elevada posición social hacia finales del siglo III.

En su momento gozaron de tan estrecha amistad con el emperador que incluso habían conseguido que un amigo fuese designado gobernador en una importante provincia.

Se cuenta que Sergio y Baco se negaron a sacrificar a los ídolos paganos y, por tanto, el emperador inmediatamente ordenó que les fueran cortados los cinturones y quitadas las túnicas, así como toda vestimenta militar.

Algunos compañeros de armas los instaron a retractarse, pero ellos respondieron que era preciso “obedecer a Dios antes que a los hombres”.

El Emperador buscó entonces juntar la muerte con el escarnio. Ordenó que se les vistiera con ropa femenina y, así, los hicieron desfilar a través de la ciudad. Cargaban también pesadas cadenas al cuello.

Los romanos, sin embargo, no salieron de su asombro cuando los dos mártires, por el contrario, se sintieron honrados de sufrir esta humillación por el nombre de Cristo: “Como novias nos ha vestido con hábitos de mujer y nos ha unido uno al otro, y ambos para Dios”, dijeron.

Después de este desfile, flagelaron a Baco hasta darle muerte sin lograr que diera ni un paso atrás. El castigo fue tan salvaje que los ejecutores quedaron agotados por el esfuerzo. Eso hizo que Sergio fuera devuelto a la cárcel para ser ejecutado hasta el día siguiente.

Se cuenta que esa misma noche Baco se le apareció a Sergio, con el rostro radiante como el de un ángel, luciendo uniforme de oficial, y le habló: “¿Por qué te lamentas y gimes, hermano? Si es cierto que me han separado de ti en cuerpo, sigo estando contigo en el vínculo de unión”.

Sergio agregó a Baco: “Date prisa, tú, hermano, a través de la hermosa y perfecta profesión de las enseñanzas de Jesús. Mañana podrás seguirme así”.

Al día siguiente Sergio padeció bajo el poder de los romanos. En este relato se destaca que el premio ofrecido por Baco a Sergio, incluye, además de estar por siempre en la presencia de Dios y en el paraíso, el hecho de estar juntos..



Texto resumido del Boletín Solidaridad Latina (http://espanol.groups.yahoo.com/group/Boletin_Solidaridad_Latina/message/66)



Publicado en Gente10, año IX, número 49 (2003). (2003)

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