Posición de la Iglesia Católica
De acuerdo con un documento de la “Congregación para la Educación Católica”, las personas que presenten tendencias homosexuales que pudieran ser “expresión de un problema transitorio”, como “una adolescencia aún no terminada” pueden superar este “problema”. Además, después de tres años de superar claramente esta situación, pueden recibir la ordenación sacerdotal.
En contraste, esta congregación católica descarta definitivamente la admisión al sacerdocio de personas con tendencias homosexuales arraigadas. Pero, no se especifica cómo diferenciar entre la homosexualidad transitoria y la arraigada.
Estos lineamientos se encuentran en el documento “Sobre los criterios de discernimiento vocacional de las personas con tendencias homosexuales en vista a su admisión al seminario y a las Órdenes Sagradas”, cuyo borrador fue publicado por la agencia católica de prensa Adista.
La Iglesia Católica considera que el candidato al sacerdocio “debe ser alcanzar la madurez afectiva” para ser capaz de establecer correctas relaciones con hombres y mujeres. Distingue entre actos homosexuales y tendencias homosexuales.
Los actos son pecados graves, intrínsicamente inmorales y contrarios a la ley natural. Las tendencias homosexuales son objetivamente desordenadas y una prueba para el cristiano
Entre el diván y la Biblia
Contraviniendo las posiciones asumidas por las principales organizaciones profesionales de médicos, psiquiatras y psicólogos, muchas organizaciones religiosas o no, promueven terapias reparativas para eliminar los deseos homosexuales.
Esta postura considera que la homosexualidad es un trastorno mental y no una variación dentro de las orientaciones sexuales humanas, por lo tanto se puede tratar con “terapias reparatorias”, conocidas como “terapias de conversión”.
Entre las organizaciones cristianas que promocionan estas terapias reparativas se encuentran “Vida Humana Internacional”, “The National Association for Research and Therapy of Homosexuality”, “Exodus Latinoamérica” y “Courage”. Algunas de estas terapias, como la de Courage, con sede en México, se basan en los doce puntos de Alcohólicos Anónimos (AA).
La Asociación Americana de Psiquiatría, que desde 1973 eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades, considera que estas intervenciones profesionales son peligrosas. “El riesgo potencial de las terapias reparativas es alto, incluyendo depresión, ansiedad y conducta autodestructiva, ya que la alianza del terapeuta con los prejuicios sociales contra la homosexualidad pude reforzar el auto-rechazo que el paciente ya está sintiendo”.
Por otro lado, muchas organizaciones religiosas cuentas con “ministerios de transformación” que se basan en que es posible la liberación de la homosexualidad por medio del arrepentimiento y de la fe. El movimiento de los “ministerios de transformación” comenzó a principios de los años 70, recientemente ha ganado mucha visibilidad en los medios de comunicación por medio del esfuerzo de editoriales cristianas y de organizaciones políticas conservadoras.
Publicado en Gente10, Volumen XI, Número 66 (2005)
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