Las dos víctimas mortales fueron Nir Katz, de 26 años, monitor de la asociación, y Liz Trubishi, una adolescente de 16 años.
“Nir salió del armario cuando tenía 20 años y desde ese momento llevó la bandera del orgullo gay en la manga, creía en lo que hacía y siempre caminó con la cabeza bien alta”, reveló Chen, hermana de la víctima a la radio del Ejército israelí.
Otras diez resultaron heridas, tres de los cuales fueron trasladados al hospital con heridas graves. Al cierre de esta revista, dos de los heridos siguen en estado grave, cinco se encuentran en estado moderado y los tres restantes sufren heridas leves.
La mayoría de las víctimas son adolescentes que se encontraban reunidos en la Asociación de Gays y Lesbianas de Tel Aviv, cuando un hombre encapuchado y vestido de negro irrumpió en un inmueble de la y disparó con un arma automática en todas direcciones antes de darse a la fuga.
En reunión semanal de jóvenes
En el lugar, decenas de jóvenes, muchos de ellos adolescentes, participaban en una reunión semanal de apoyo en la que reciben comprensión y asesoramiento antes de salir del armario.
Las imágenes ofrecidas por los medios de comunicación muestran varios charcos de sangre en la instalación, zapatos en el suelo y fotografías de parejas homosexuales colgadas en la pared.
“Al principio creí que era una broma, pero el hombre inmediatamente abrió fuego. La gente se escondió bajo camas y mesas. Una vez dentro, no hay hacia dónde correr”, explicó a la prensa Or Gil, uno de los heridos en el suceso.
La policía busca al atacante
Al cierre de esta edición, la policía no ha podido determinar la identidad o motivación del atacante, aunque la comunidad gay lo considera un acto terrorista y homofóbico. En contraste, jefe de la Policía de Tel Aviv, el comandante Shahar Ayalon Ayalon declaró que “No estamos seguros de los motivos del ataque porque este centro no recibió amenazas recientemente”.
Un portavoz policial informó que el atacante, que se dio a la fuga tras lanzar los disparos, empleó un arma automática como un rifle de asalto M-16.
Tras el incidente, la policía israelí dispuso el cierre temporal de todos los centros gay y clubes nocturnos frecuentados por homosexuales de la ciudad. El Ministerio de Seguridad Pública confirmó el incremento de la seguridad en los punto de encuentro de la comunidad gay que pudieran blanco de nuevos atentados en el futuro.
Centenares de efectivos de la policía peinan las calles de Tel Aviv en una búsqueda puerta por puerta a fin de dar con el paradero del autor de los disparos.
“Es un incidente de gran importancia y estamos poniendo en marcha todos los dispositivos para capturar al asesino, así como a sus cómplices”, afirmó el Inspector General de la policía, David Cohen, a Jerusalem Post.
“El peor crimen”
Líderes de la comunidad homosexual describieron el ataque como el peor crimen homofóbico jamás registrado en Israel.
“Ni en nuestras peores pesadillas hubiéramos imaginado que el odio contra nuestra comunidad, que no hace daño a nadie, llegara tan lejos”, comentó el presidente de la asociación nacional de gays y lesbianas de Israel, Mike Hamel.
“Es indudablemente el peor incidente contra la comunidad gay en Israel. Tiene las características de un crimen movido por el odio de alguien que ha atacado a ciegas contra todas las personas que se encontraban en el centro”, afirmó Nitzan Horowitz, abogado y miembro del parlamento israelí abiertamente reconocido como gay.
Kfir Lavi, coordinador de una línea de teléfono de apoyo a los homosexuales, cree que lo sucedido se trata de “una persecución. Este ataque iba contra las actividades de jóvenes que están en el armario, contra amigos y aquellos que tienen dudas”.
“Tel Aviv es una ciudad progresista”
Pese a que aún queda camino por delante, los homosexuales gozan de numerosas libertades y derechos en Israel, donde pueden servir abiertamente en el Ejército y se promociona a Tel Aviv como capital del turismo gay en Oriente Medio.
El corresponsal de la BBC, Risto Pyykkö, explicó que Tel Aviv es una ciudad progresista y un destino turístico de homosexuales. Sin embargo, destacó que en otras ciudades israelíes los gays son con frecuencia el blanco de las protestas de los grupos religiosos.
“En muchas partes de Israel, los homosexuales se enfrentan a la oposición y en algunas ocasiones a manifestaciones violentas”, agregó este corresponsal.
Por ejemplo, en 2005, un judío ortodoxo apuñaló a tres participantes en el desfile del Orgullo Gay. Luego fue condenado a 12 años de reclusión.
Muestras de apoyo
La comunidad homosexual en Israel ha recibido el apoyo de la clase política y de gran parte de la sociedad por el ataque perpetrado por un desconocido en un centro gay de Tel Aviv.
Más de un millar de personas se concentraron frente a la Asociación de Gays y Lesbianas de Tel Aviv, escenario del tiroteo el sábado por la noche, para expresar su repulsa por el ataque, y su solidaridad con un colectivo que durante años ha tenido que luchar contra los sectores más conservadores de la sociedad israelí.
Bajo el lema de “No tenemos miedo, no nos amilanamos”, y la presencia de numerosas banderas del arco iris, símbolo de la lucha por el orgullo gay, los participantes en la concentración expresaron con el silencio su pesar por un suceso que ningún organismo de seguridad pudo prever en la cosmopolita y liberal Tel Aviv.
Las muestras de solidaridad se producen tras otra marcha espontánea en la que participaron centenares de israelíes de madrugada por el centro de Tel Aviv horas después del tiroteo.
En la más conservadora Jerusalén, donde el desfile del orgullo gay obliga cada año a redoblar la seguridad para evitar ataques por parte de extremistas judíos, al menos un centenar de personas se dieron cita en la céntrica Plaza Sión con banderas negras y del arco iris para mostrar su rechazo a este tipo de actos.
Los políticos se solidarizan
Ningún dirigente laico se ahorró ayer las condenas al ataque más grave contra la comunidad de gays y lesbianas de Israel perpetrado en Tel Aviv.
Desde el primer ministro, Benjamín Netanyahu, hasta la jefa de la oposición, Tzipi Livni, pasando por de diputados y líderes políticos, y rabinos de las corrientes más liberales del judaísmo se sumaron a las protestas de miles de personas.
Aunque el partido ultraortodoxo sefardí Shas condenó también el baño de sangre, se convirtió en la principal diana de las críticas de los políticos. No es de extrañar, pues los diputados del Shas consideran la homosexualidad un pecado aberrante.
Ron Huldai, alcalde, manifestó que la ciudad “continuará ofreciendo la bienvenida a la comunidad de gays y lesbianas y que luchará para que todos vivan su vida como crean apropiado”.
El presidente del Estado, Simón Peres, ha condenado el acto duramente y lo ha calificado de “crimen que una sociedad ilustrada y culta no puede aceptar”.
En su repulsa, el primer ministro, el conservador Benjamín Netanyahu, advirtió que “somos un país democrático y tolerante y debemos respetar a cada persona como es”. “Condeno el horrible asesinato efectuado ayer en Tel Aviv. Hablé esta mañana con el ministro de Seguridad Interior, Itzik Aharonowitz, y pido a las fuerzas policiales que hagan todo lo que está en sus manos para encontrar y detener al asesino.”
“Ya podemos decir que es uno de los peores crímenes movidos por el odio. Hay jóvenes en los hospitales cuyos padres, en algunos casos, no sabían que sus hijos estaban en el centro gay”, dijo al final del acto Nitzan Horowitz, del partido de izquierdas Meretz y diputado que ha confesado abiertamente su homosexualidad.
El atentado desvela la homofobia en Israel
Shelly Yachimovich, diputada laborista, declaró que “el hecho de que haya niños heridos en el hospital que no han sido visitados por sus padres lo dice todo”. En alusión a los padres de algún menor ultraortodoxo. “Estos gays no pueden proclamarse como tales. Prefieren abandonar el gueto en el que viven”.
El suceso sangriento es otro síntoma de uno de los males que aquejan a una sociedad profundamente dividida entre los mayoritarios sectores laicos y los grupos religiosos más recalcitrantes, que no son precisamente minúsculos.
Mike Hamel, director de Aguda, organización que agrupa a homosexuales y transexuales, acusó: “Individuos representados por Eli Yishai (ministro en el Gobierno de Netanyahu, miembro del partido Shas) están promoviendo el odio y son todavía más fuertes que la actitud crecientemente favorable hacia la homosexualidad”.
Aunque la comunidad gay goza de grandes libertades en la cosmopolita ciudad de Tel Aviv, el resto del país pone mayores dificultades a su integración.
La celebración del desfile del orgullo gay es cada año en Jerusalén motivo de enfrentamientos y violentas manifestaciones entre las comunidades ultra-ortodoxas judías. En 2005 dos jóvenes gays fueron apuñalados durante el desfile en la ciudad santa.
Publicado en Gente10, Volumen XV, Número 88 (2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario