lunes, 7 de marzo de 2011

“Quieren exterminarnos”

Sigue violencia contra los gays en el Irak ocupado por Estados Unidos


El informe de Human Rights Watch (HRW), hecho público en noviembre, confirmó las denuncias de los últimos días: la campaña de homicidios contra la comunidad homosexual en Irak que inicio en 2004 que ha acrecentado en este último año.

Según la investigación, que lleva el nombre de “Quieren exterminarnos”, en 2009 se recrudeció la persecución, paralelamente se redujo la violencia sectaria entre sunitas y chiítas.

Los grupos integristas iraquíes llevan a cabo desde principios de año una campaña de torturas y asesinatos de hombres sospechosos de ser homosexuales o de tener un comportamiento “poco masculino”. Entre los principales victimarios estaría la milicia encabezada por el clérigo chiíta Moqtada al Sadr, pero también se han sumado las fuerzas de seguridad, según denuncia Human Rights Watch (HRW).

Estas acciones comenzaron en el barrio bagdadí de Sadr, bastión del Ejército del Mahdi, organización liderada por Moqtada al Sadr. Luego se extendió a numerosas ciudades de todo el país: Kirkuk, Nayaf y Basora.

Torturas en el Irak “liberado” por los Estados Unidos


Tras la caída del régimen de Sadam Hussein, el colectivo gay se ha encontrado de frente con el conservadurismo de la sociedad y el odio de los clérigos, tanto chiítas como sunitas, que han emitido numerosas fatwas o edictos pidiendo su ejecución.

De acuerdo a las autopsias de los médicos forenses, las víctimas fueron sometidas a toda suerte de castigos estremecedores. Aseguran que muchos de ellos murieron luego de que les introdujeran con un pegamento tan potente que sólo puede ser retirado mediante cirugía.

Luego, los milicianos les hacen beber un laxante para provocarles una diarrea. Al tener el ano obstruido, la diarrea les provoca la muerte. La tortura que muchas veces es grabada y enviada por todo el país vía móvil.

Se ha denunciado que en varios hospitales se ha negado asistencia sanitaria a los supervivientes de esta brutal práctica.

Los testigos y los supervivientes han narrado que los autores de los crímenes entran en domicilios y se llevan a personas a las que luego interrogan con el fin de que les faciliten los nombres de víctimas potenciales.

Durante el gobierno Hussein, la homosexualidad no estaba criminalizada, incluso llegó a haber un ambiente homosexual bastante relajado en Bagdad en los 60 y 70. Pero desde 2004, según declara Ali Hali -presidente de un grupo LGBT iraquí con sede en Londres- un total de 680 personas han sido asesinadas por su orientación sexual o su identidad de género.

Los activistas de la comunidad gay han denunciado la actitud distante de las autoridades de EE UU y Reino Unido sobre este asunto, una postura que achacan a que no quieren oponerse al gobierno iraquí.

¿Y el gobierno?


“El problema no es sólo que la cultura, ya de por sí, reprueba vehementemente las conductas homosexuales, sino que el gobierno no condena los ataques como para detener la ola de violencia. Por lo que las autoridades son incapaces de proveer protección especial”, había sostenido días atrás Ali al-Dabbagh, vocero oficial del Programa de Derechos Humanos en defensa de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.

Un portavoz del Ministerio de Interior ha negado que las milicias tengan el apoyo de la policía. Situación que ha sido contradicha por diversas organizaciones. Además, la policía niega que la homofobia sea la causa de estos asesinatos, que consideran “residuos de la violencia sectaria que asoló el país en 2005 y 2006″.

A pesar de que las leyes iraquíes no consideran delito penal la conducta homosexual voluntaria entre adultos, muchos islamistas dicen estar aplicando la sharia (ley tradicional musulmana) o fatuas (edictos de clérigos) cuando castigan a los gays.

Milicias iraquíes usan los chats para contactar con gays


Dice llamarse Abu Hamidi, tiene un título en Informática y pasa seis horas al día buscando jóvenes gays en chats y redes sociales en internet, para delatarlos y que posteriormente sean secuestrados, torturados y asesinados.

El líder de su grupo ha declarado que ‘los animales merecen más misericordia que esos sucios que practican actos sexuales tan depravados”.  Junto con otros grupos similares han asesinado a más de cien homosexuales en este año.

Haydar está a punto de exiliarse en Amman, después de que su compañero de piso fue asesinado hace tres meses, tras contactar con un desconocido a través de internet. Otras víctimas de la violencia homófoba han sido atacadas simplemente por vestir al estilo occidental.

Los asesinatos son brutales y sus víctimas son torturadas ritualmente. Una de estas víctimas fue el hijo de Azhar Al-Saeed. Después de tres días desaparecido, recibió una nota ensangrentada en la que se le decía que era la sangre ‘purificada’ de su hijo, y dónde podían encontrar el cuerpo. Tuvo que identificar el cadáver: le habían cortado los genitales y tenía el ano tapado con pegamento.

Uno de los hombres -cuyo testimonio recoge el informe de Human Rights Watch (HRW)- relata cómo varios milicianos secuestraron y mataron a su pareja. Otro cuenta las humillaciones y torturas que sufrió a manos de responsables del Ministerio del Interior, que le colgaron del techo, le pegaron y le violaron 25 veces en tres días.

Hamid, otro de los hombres entrevistados por la organización defensora de los Derechos Humanos, afirma que “lo más barato en Irak es una vida humana”. “Especialmente si se trata de personas como nosotros (…) No entiendo qué hemos hecho para merecer esto. Quieren exterminarnos”, añade.




Publicado en Gente10, Volumen XV, Número 90 (2009)



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