...pero Dios me libre de tener un nieto homosexual
Aunque las anteriores no son las frases textuales del congresista Justo Orozco, respetan y parafrasean el sentido de sus intervenciones ante los medios de comunicación y sus actuaciones político-religiosas, en particular el debate con la Defensora de los Habitantes, realizado en mayo de este año por el periódico La Nación.
¿Es Justo Orozco homofóbico? Obviamente que mi respuesta a esta pregunta es sí y espero que esta contestación sea la misma de los lectores de Gente10. Por suerte, ninguno de mis conocidos y amigos se atreverían a pensar en la posibilidad de que esto no sea así, tras las múltiples declaraciones en público y el mar de reacciones de la opinión pública.
Sin embargo, desafortunadamente estoy seguro que existe un grupo de costarricenses que piensa que Orozco no es homofóbico, pues simplemente no existe la homofobia en Costa Rica. Por ejemplo, el grupo de personas que asiste al “culto” de Orozco y que aquellos participan en el Partido Renovación Costarricense (en realidad son el mismo grupo).
Orozco ha declarado que “la homofobia es un mito, la discriminación real contra homosexuales no existe dado que… gozan de todos los derechos fundamentales como cualquier ciudadano. La intolerancia se da cuando se ataca sistemáticamente sin argumentos a un individuo o a un grupo”.
Obviamente, él no es homosexual y no ha sufrido discriminación en el trabajo o la familia y el tener que escuchar chistes homofóbicos, sin atreverse de decir nada (revisar el recuadro “Los cuatro niveles de la homofobia”).
Por lo tanto, si preguntáramos a Justo Orozco, él contestaría, tal como yo ha hecho en otras ocasiones que “Yo no soy homofóbico. Soy un cristiano que amo al prójimo”.
¿Cuál es la razón de este abismo entre lo que piensa y lo que cree que piensa?
Hay muchos grupos de personas que niegan su realidad, que necesitan un tratamiento completo (no una solo dosis) de unas pastillas de “ubicatex”.
Pensemos en los anoréxicos que se ven gordos ante el espejo. Las personas que antes de contar un chiste contra los negros, dicen “yo no soy racista, pero…”. Los alcohólicos que dicen que en cualquier momento pueden dejar de beber, pues ellos controlan la bebida… Los ejemplos son, por desgracia, casi infinitos. Gran parte de estos grupos se encuentran clasificados por los científicos dentro de una enfermedad mental.
En este momento, la gran parte de las instituciones profesionales y académicas de psicología y psiquiatría han excluido a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, pero todavía no han incluido a la homofobia como una enfermedad psicosocial, para que los enfermos puedan recibir terapia de cura en instituciones médicas.
¿A qué tiene miedo una persona homofóbica? ¿A qué tiene miedo?
Creo que la expresión “homofobia” retrata el meollo de esta “nueva” enfermedad mental, la cual data -como todos los odios- desde el inicio de la humanidad, solo recordemos el relato de Caín y Abel en el Génesis.
Sin embargo, la homofobia es más que el odio a los homosexuales, es el miedo (fobia) a los homosexuales. Tal como existe fobia a los espacios cerrados (claustrofobia), a las alturas (acrofobia), a las arañas (aracnofobia)…
Fobia viene del griego “Fobos” o pánico, personificación del miedo. Los antiguos griegos en su mitología determinaron bien su origen, Fobos es hijo de Afrodita (la diosa del amor, de la atracción física) y Ares (el dios de guerra, personificación de la violencia y los horrores de la guerra). Así la fobia o “Fobos” es el hijo del amor y la violencia.
¿Cuál es el mayor pánico de un homofóbico?
¿Cuál es el mayor pánico? O específicamente, ¿cuál es el pánico de Justo Orozco? Ustedes podrían decirme que en su papel de pastor cristiano, su temor a Dios es grande. Pero, yo considero que su mayor temor es lo desconocido. Espero argumentar esta posición.En internet circula una frase que no pude confirmar, aunque es totalmente verosímil. Ante la pregunta del diario La Nación, “¿tiene algún familiar o conocido homosexual?” Justo Orozco respondió: “no, gracias a Dios”.
Por lo tanto, no tiene odio a personas a las cuales conoce por sus cualidades y defectos, sino a tiene odio a cómo cree que son las personas homosexuales sin haberse relacionada con estas.
Esto concuerda con las ideas del investigador Alberto Mira. Él considera que el odio homofóbico precede a su objeto. La cual significa que el sujeto homófono construye su odio y maltrato a partir del sujeto que imagina, a partir de aquello que sin conocer reúne las características de lo despreciable. Esta misma razón provoca el rechazo a conocer a individuos gay específicos.
Así, el diputado Justo Orozco no tiene relaciones interpersonales con personas homosexuales pues les tiene fobia, pues tiene miedo a lo desconocido. Además, esta fobia se presenta como un acto de negación: “Yo no soy homofóbico”.
Publicado en Gente10, Volumen XII, Número 105 (2012)
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