sábado, 12 de marzo de 2011

¡Qué playada! II Parte

Sobre la palabra “playo” y otras similares en los estudios académicos

Una palabra hiere más profundamente que una espada.

Robert Burton


Todas las cosas ya fueron dichas, pero como nadie escucha es preciso comenzar de nuevo

André Gide

El recorrido por el estudio académico del léxico costarricense relativo a las prácticas homosexuales abarca dos ámbitos. En primer lugar, desde el lenguaje costarricense general (costarriqueñismos), en otras palabras, la cultura dominante en nuestro país. En segundo lugar, los términos usados por el hampa y en la cárcel, o sea desde la contracultura.

En los estudios generales del lenguaje costarricense


Como ya se explicó, en este primer apartado se tratan de diccionarios de costarriqueñismos, comenzado por Carlos Gagini (1892), Francisco Villegas (1953), Arturo Agüero Chaves (1996) y, por último, Miguel Ángel Pacheco.

La palabra “playo” no está registrada como costarriqueñismo por Carlos Gagini, que en 1892, publicó el primer libro sobre este tema titulado “Diccionario de costarriqueñismos”. Este autor incluyó: culiolo (dice que viene del azteca cuiloni, no de culo) y chuchinga (del quechua “chucchina”). No incluye “playo” ni otros sinónimos.

Francisco Villegas en su tesis de la Universidad de Michigan, defendida en 1953, que se titula “El argot costarricense”, incluye: chuchinga (citando a Gagini) y pájaro. De acuerdo con esa investigación, “pájaro” es un adjetivo que significa afeminado: “No me gusta salir con ellos porque dicen que todos son un poco pájaros”.

En 1996, otro lingüista, Arturo Agüero Chaves, publicó otro “Diccionario de costarriqueñismos” que incluye tres palabras: chuchinga, culiolo y playo. “Chuchinga” significa “afeminado, marica” y –de acuerdo con este autor- se dice la chuchinga, no el chuchinga; también significa “cobarde, pusilánime” y “vagabundo”. Por otro lado, “culiolo” se refiere a “homosexual, sodomita”; Agüero especifica que es una voz vitanda, en español corriente “que se debe evitar”, o sea que es mejor decir “chuchinga” o “playo” que “culiolo”. Finalmente “playo”, un adjetivo vulgar, que significa “afeminado, homosexual”; es interesante hacer notar que algunas personas solo llaman “playos” a los homosexuales afeminados.

Para terminar, Miguel Ángel Quesada Pacheco en el “Nuevo Diccionario de Costarriqueñismos” -publicado por el Instituto Tecnológico de Costa Rica en 1991 y reeditado en el 2001- incluye las siguientes palabras para referirse a los homosexuales: chuchinga (afeminado, maricón o hombre que gusta discutir y pelear con las mujeres), culiolo (sodomita, homosexual y voz empleada como insulto). Además de “playo” que significa homosexual y es un insulto.

En los estudios generales del hampa y la cárcel


En este apartado se encuentran tres autores: José León Sánchez (1960), Gladys Arroyo Jiménez (1999) y Miguel Regueyra (2001).

En 1960, José León Sánchez, el reconocido escritor de “La isla de los hombres solos”, publicó “Glosario del hampa en Costa Rica”, el cual fue elaborado a partir de su experiencia en la isla San Lucas, sin ningún conocimiento de lingüística.

En este “glosario” incluye numerosas palabras referidas a la homosexualidad: abrir las tapas, aleteo, aloso, ave, bajo volar, cachero, culero, vender el culantro, culiolo, culiador, chavalito, chineo, que juega dos equipos, empaquetar, embarrar, entubar, que le gusta el dulce, güeco (hueco), izquierdo, mostaza, pájaro, pajarraco, palomo, plumífero, polvo le gusta el polvo, hecho un polvasal (sic), ponedor, prostituto, rosca y vuelta (o vuelta y rosca), sodomía, sodomaso, dar las tapas, menudear las tapas, volar, volador. Además de “playo” que significa homosexual y “playito”, joven homosexual.

Seguidamente, Gladys Arroyo Jiménez en su “Léxico del hampa costarricense” (1999) (tesis de maestría en la Universidad de Costa Rica), incluye los siguientes tres términos importantes: bicolo, botar pluma y sodomo. Bicolo es un “varón que siente atracción por personas de su mismo sexo”, es sinónimo de cachero, cochón, comelón, loca, pájaro, playo, tragón. Botar pluma -también puede decirse “regar plumas”- es “mantener relación erótica dos hombres” o “mostrar un varón comportamiento afeminado”. Por último, sodomo es una persona que realiza actos sexuales con otra de su mismo sexo.

Para finalizar, Miguel Regueyra (2001) en su artículo “La palabra hiere: Lenguaje, sexualidad y violencia en la vida cotidiana en una cárcel de hombres” publicado en la revista “Diálogos”, de la Universidad de Costa Rica incluye más términos, entre los que sobresale cachero y cabro.

El cachero es un homosexual activo, el que penetra, es reputado y respetado. En contraste, el cabro es un heterosexual o bisexual al que las circunstancias -como violación, avasallamiento o búsqueda de protección o de recursos materiales- lo han llevado a asumir el papel pasivo en la relación homosexual. El cabro no es travesti ni afeminado y, por lo general, mantiene una relación estable con su cachero. El cabro recibe protección y recursos materiales del cachero, a cambio desempeñar, con frecuencia, algunas funciones -además de las sexuales- consideradas femeninas, tales como lavar ropa y preparar o recoger la comida.

Loca (insulto) es un homosexual pasivo que reconoce su condición, también se le llama playo de pasión (insulto muy peyorativo). Huecazo (insulto) es el que ante la constante penetración anal ha perdido elasticidad en sus músculos. Zorra o bicolo es hombre que no reconoce abiertamente su papel pasivo en la relación homosexual, sino que la práctica solapadamente. “Está jugando de hombre” (descalificación) hace referencia al hombre que es objeto de penetración y pretende ejercer alguna acción violenta o detenerla.



Publicado en Gente10, Volumen XVI, Número 96 (2010)

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