Existe un abismo entre lo que todos sabemos sobre China, pues los medios de comunicación lo han repetido hasta el cansancio, y lo que no nos han dicho, porque no les conviene que lo sepamos.
Lo que todos sabemos sobre China
Es un hecho totalmente obvio que los productos chinos han inundado los mercados; casi todo lo que lo que compramos tiene la leyenda "Hecho en China".
Es un hecho totalmente innegable que China camina hacia el crecimiento económico para tratar de sacar de la pobreza a miles de sus conciudadanos.
Es un hecho totalmente controversial que China está realizando grandes inversiones en países del "Tercer Mundo", como América Latina y África, por ejemplo refinerías.
Es un hecho totalmente incuestionable que China se ha trasformado en un el gran prestamista del mundo; por ejemplo, antes Japón era el mayor poseedor extranjero de deuda del gobierno estadounidense, ahora es China.
Es un hecho totalmente irrebatible que China pasó de ser un actor de reparto para convertirse en uno de los protagonistas políticos y económicos el "teatro" del mundo.
Es un hecho totalmente irrefutable que China ha pasado de ser una nación grande a una gran nación.
Es un hecho totalmente indudable que el Dragón Chino apenas está despertando.
Lo que no nos dicen sobre China
En contrapartida, lo que nadie nos dice (o tal vez nadie nos quiere decir) es cuál será su influencia en el campo sociocultural, particular sobre los derechos humanos, particularmente de sectores discriminados, por razones de étnica, de religión o de orientación sexual.
Nadie nos dice que el registro de personas que enfrentan la pena de muerte en China -país es el más poblado del mundo- es tal alto que no se publica.
Nadie nos dice que China -la segunda economía del planeta- está gobernada por un partido único: el Partido Comunista de China.
Nadie nos dice que China solo permite una "cierta" libertad religiosa a quienes pertenecen a asociaciones de esa índole previamente aprobadas por el gobierno, por lo tanto se vigila las creencias del pueblo.
Nadie nos dice que China no ha firmado la "Declaración sobre orientación sexual e identidad de género de las Naciones Unidas" que -entre otros- condena los asesinatos y ejecuciones a las personas LGBT y que -dicho sea de paso- tampoco Costa Rica ha firmado.
Nadie nos dice que en China muchas de las acciones del gobierno son secretas, como la compra de bonos por parte de Costa Rica.
Nadie nos dice que en China no hay libertad de prensa y que el acceso a Internet está controlado por el gobierno.
Nadie nos dice que el "Proyecto Escudo Dorado" ejecutado por 30.000 funcionarios gubernamentales hace imposible ingresar a sitios peligrosos como los de contenido gay.
Nadie nos dice que en China se censuran películas desde "Secreto en la Montaña" hasta "Hombres de negro 2"
Nadie nos dice que los costarricenses tenemos que pagar los regalos de China...
¿Cómo es el Dragón Chino?
En el campo de los derechos humanos, este Dragón tiene los ojos vendados, la boca tapada y los oídos tapados; por lo que, no debe ver, no puede hablar y no quiere escuchar, así lo ha demostrado en temas tan diferentes como Siria y la población LGBT.
En muchos campos, en el gobierno chino tiene la política de "los tres noes": no aprobar, no desaprobar y no promover: 不支持, 不反, 不提倡.
¿Discriminación pasiva? Esto es eufemismo, o sea una palabra "bonita" que se usa en lugar de una palabra grosera. En Spanglish se dice "políticamente correcto" (también llamada "corrección política").
¿Cuál es la diferencia entre una persona prejuiciada y una intolerante? Algunos dirían que es abismal, que los prejuiciados hacen chistes y los intolerantes cometen homicidios.
Pero, ¿no es una exclusión social una forma de muerte? Martin Luther King, apóstol de los derechos humano, lo resumió magistralmente en una "No me preocupa tanto la gente mala, sino el espantoso silencio de la gente buena".
Publicado en Gente10, Volumen XIII, Número 110 (2013)
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