Los peligros del “poppers”

Los peligros del “poppers”

La droga del sexo anal

El “poppers” se ha convertido prácticamente hoy en día en el tercer miembro en muchas relaciones sexuales entre gays en Costa Rica. Principalmente, es consumida por el que es penetrado. Algunas hombres homosexuales en nuestro país, ya no pueden imaginarse tener sexo sin esta sustancia.

Su adicción es muy alta. Su consumo se caracteriza por una importante dependencia psicológica, más que física. Sus usuarios la relacionan con grandes hazañas sexuales y una desinhibición absoluta.

Originalmente, el medicamento se creó con fines médicos. En Europa y Estados Unidos, lo usaban como un relajante cerebral para personas con constantes dolores de cabeza y migraña.

No obstante, rápidamente una parte de la población gay de Estado Unidos y México se percató de los efectos que producía y se convirtió en una droga muy cotizada, también conocida como “droga del sexo anal”.

Compra

La marca más conocida en nuestro país es “Poppers Rush”. Es un vasodilatador.

Aunque su venta en esta prohibida por el Ministerio de Salud, es fácil de conseguirlo en los “Sex Shop” (tiendas de artículos eróticos). Los usuarios preguntan por alguno de sus múltiples nombres populares (un nombre “clave”) y el dependiente se las vende, pues no están en los anaqueles.

La sustancia viene dentro de un pequeño frasco de plástico o vidrio, cuyo costo generalmente ronda los ¢15 o ¢ 20 mil.

La mayor parte de los usuarios son homosexuales, pero su consumo no es totalmente ajeno a los heterosexuales.

En resumen, es una sustancia fácil de conseguir, fácil de esconder o disimular por su presentación en frascos pequeños. No deja mayores rastros físicos y sus efectos disminuyen muy rápidamente.

Consumo

El “poppers” se presenta generalmente en botellas pequeñas cuyo contenido se inhala. Se trata de un vasodilatador que causa una “subida” súbita e intensa: sus efectos duran apenas unos contados minutos.

Cualquier derrame de poppers sobre la piel debe lavarse con agua abundante. No se recomienda inhalar la sustancia por la boca. Jamás se aconseja beberla o inyectarla.

Aunque se emplea a veces para reforzar la potencia de otras sustancias, como el éxtasis o el LSD, su uso principal es aislado y dirigido a las relaciones sexuales, dado que facilita la penetración anal (relaja la musculación del esfínter) y la erección (dadas sus propiedades vasodilatadoras). También es un desinhibidor psicológico que, aparentemente, aumenta el placer sexual.

Se desaconseja totalmente su inhalación a los que sufren de problemas cardíacos y, especialmente, a los que hayan tomado Viagra en las últimas 24 horas: la combinación Poppers + Viagra es letal.

Si a pesar de los efectos nocivos, usted quiere probarlo o continuar su consumo, no olvide nunca que el poppers se evapora y se “envejece” rápidamente. Por lo que debe mantenerlo en un lugar fresco y con la tapa bien cerrada.

Formulaciones químicas

El “poppers” es un vasodilatador que tiene dos formulaciones químicas principales: nitrito de amilo y nitrito de butilo.

Al principio, el nitrito de amilo se comercializaba en pequeñas ampollas de vidrio; de ahí el término “poppers”, que evoca el sonido “pop” que se producía al romper tales envases. Los derivados del nitrito de butilo se presentan hoy por lo general en recipientes de unos 12 ml.

En cualquier caso, las dos formulaciones pueden accidentalmente causar quemaduras en la piel y son altamente tóxicas si se inyectan o ingieren.

Efectos de esta droga

Esta sustancia aumenta el ritmo cardíaco, dilata los vasos sanguíneos y reduce nuestra presión arterial. Además, proporciona sensaciones asociadas al calor humano, la exaltación, la felicidad, la liberación y ciertos vértigos físicos.

La droga también refuerza las sensaciones provenientes de la luz, el movimiento, el sonido y, en general, altera las percepciones sensoriales. Asimismo, en pocos casos, puede causar alucinaciones.

Mientras más se consuma, menos son sus efectos estimulantes, por lo que debe consumir en mayores cantidades.

Como el “poppers” se inhala sin grandes problemas (es decir, sin sensación de ardor) y se incita a repetir su consumo con mayor frecuencia durante la relación, el consumidor puede de repente verse afectado por un fuerte dolor de cabeza y también puede provocar daño permanente en las mucosas nasales.

Algunos efectos nocivos

Muchos usuarios llegan a experimentar dolores fuertes de cabeza, náuseas y pérdida de erección. Existen estudios que afirman que ciertas células del cerebro pueden ser destruidas.

En Colombia y Estados Unidos se han registrado casos de coma y hasta muertes de jóvenes por el excesivo consumo de esta droga.

Como el “poppers” relaja los tejidos musculares lisos (como el del ano) y adormece nuestros sentidos, el consumidor puede dejar de sentir irritaciones o desgarros durante la práctica sexual, y por tanto, no sólo aumenta el riesgo de un posible traumatismo, sino el de transmisión del VIH y de otras enfermedades venéreas. Debido a sus efectos desinhibidores, se incrementa la probabilidad de mantener relaciones sexuales sin protección.

 Publicado en Gente10, Volumen XII, Número 123 (2015)